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DARWINENSES

Este es un espacio para todo aquel que haya sido parte de este entrañable pueblo y aún lo lleve en su corazón, pese a andar por distintas latitudes.
Aquí podrán recordar historias aportar imágenes, recordar a sus seres queridos que aún viven o a los que ya descansan en esta tierra rionegrina o en tierras lejanas.
Todo aquel que quiera hacer sus aportes puede enviarlos por mail a:

darwinenses@gmail.com

un abrazo cordial

ANGÉLICA DELBARES

Casi todos los pantalones y camisas que usé, primero los cortos y cuando pude usar los largos, (que en definitiva, nadie sabía ciertamente a qué edad se comenzaba a usar los largos) -decía- todos esos pantalones fueron confeccionados por Angélica (la Petiza, para nos) Delbares. Recuerdo esas telas que compraba mi vieja en la Cooperativa para los pantalones de invierno que picaban en las piernas como un ejército de jejenes. Yo le suplicaba a Angélica que me los haga forrados y creo que alguna vez lo conseguí. Recuerdo su humor, su risa casi permanente.

Alejandro Dinamarca

Foto: ANGÉLICA DELBARES. Casi todos los pantalones y camisas que usé, primero los cortos y cuando pude usar los largos, (que en definitiva, nadie sabía ciertamente a qué edad se comenzaba a usar los largos) -decía- todos esos pantalones fueron confeccionados por Angélica (la Petiza, para nos) Delbares. Recuerdo esas telas que compraba mi vieja en la Cooperativa para los pantalones de invierno que picaban en las piernas como un ejército de jejenes. Yo le suplicaba a Angélica que me los haga forrados y creo que alguna vez lo conseguí. Recuerdo su humor, su risa casi permanente.

Alejandro Dinamarca

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http://es.wikipedia.org/wiki/Darwin_(R%C3%ADo_Negro)

NOMBRES Y CONFUSIONES

La estación ferroviaria de Darwin fue inaugurada el 30 de junio de 1898, con el nombre de Choele Choel. Un año más tarde, el 1 de julio de 1899 quedó librada al servicio público de la línea que unía Bahía Blanca con Neuquén.

La intensificación del comercio y la producción en la isla de Choele Choel, motivó a las autoridades del Ferrocarril Sud a construir, en 1908, una nuev
a estación ferroviaria que, curiosamente, recibió el nombre de estación Darwin. De esta forma, Darwin era la estación ferroviaria del pueblo e isla de Choele Choel, y en los alrededores de la estación Choele Choel el naciente caserío recibía el nombre de pueblo de Darwin.

Los inconvenientes y dificultades ocasionadas en la recepción de mercadería y correspondencia motivaron a los vecinos a solicitar un cambio de nombres. La confusa situación fue solucionada mediante un decreto del 18 de mayo de 1911, en el cual se resuelve que "la estación Choele Choel se denominará en adelante Darwin, y ésta Choele Choel".

NOTA: Paradójicamente el galpón de Choele Choel, en la última agonía del Roca, terminó en Darwin, pero en el techo seguía diciendo Choele Choel. Bromas del destino.